Esta moderna técnica introducida por el Instituto Codas Thompson en el año 2013, combina las ventajas de la Medicina Nuclear y de la Tomografía Computada, en un solo equipo.
Se introduce al cuerpo una sustancia Radiactiva por vía endovenosa, que marca la presencia de tumores, y se efectúa una Tomografía Computada para determinar la localización anatómica exacta de ellos.
El método es imprescindible para la estatificación de los tumores cancerosos, pues permite conocer el tamaño del mismo y su extensión a otros órganos.
Hoy en día además su uso es cada vez más frecuente en cardiología y neurología.